Pasamos el tiempo realmente bien. Habitaciones con una cama doble. Todos eran complacientes y agradables.

Un buen sitio para viajar a Viena y explorar los lugares locales. Desayuno con platos calientes y con verduras frescas. Las habitaciones con un baño y con un diseño moderno.

Toda la comida estaba deliciosa! Habitaciones con un enorme baño.

Mi cama era dura.

Habitaciones con una nevera. La comida estaba buena. Todos eran atentos.

Comida deliciosa y bebidas frías. Una ubicación buena y estupenda, el personal era encantador.

¡Mi estancia fue alucinante! ¡La ubicación es de ensueño! Tenía una parada de bus y una estación de metro muy cerca, lo cual hizo que moverme por la ciudad fuera super fácil. Además, había diferentes bares cerca donde pude comer delicioso sin gastar mucho dinero. Las habitaciones eran amplias y con mucho estilo, y me encantó que el check-out fuera hasta las 12 del mediodía. El personal fue muy servicial, especialmente cuando tuve algunas urgencias, siempre estuvieron ahí para ayudarme. La habitación compartida era increíblemente cómoda y limpia, con toallas, taquillas y hasta gel y champú. ¡Fue una experiencia increíble!

Estube en el hotel 4 noches, viajando sola. La habitación era muy cómoda (ducha grande; colchón, almohada y nórdicos muy muy agradables), acojedora y luminosa. Cama doble muy espaciosa para mi sola. Hotel muy confortable (calefacción homogénea en todo el edificio, agua caliente con mucha potencia). Decoración moderna, sin detalles innecesarios, todo el hotel juega con gamas de blanco, gris, negro. Cafetería muy bonita en la planta baja; desayuno bufé muy correcto, en un ambiente agradable. Ordenador de libre acceso para consulta puntual de internet. A 3 minutos del metro caminando (parada Schonbrunn), situado en un barrio agradable y convivial, con restaurantes pequeñitos y muy buenos! A 15 minutos del centro en metro, super práctico!

La habitación estaba correcta cuando entré el primer día. Hubieran tenido que mantener la limpieza de la habitación entre las 4 noche que estuve, especialmente el aspirador, polvo y limpiar manchas que se producen por el uso (marcas de agua o crema hidratante en la mesa...) Asegurarse de que el restaurante del hotel (pizzeria) está abierto cuando estéis por allí, si queréis cenar en el hotel (yo me lo encontré cerrado sin preaviso). Conviene bajar a desayunar temprano (horario es de 07.00 a 10.00hrs) si se quiere tener el bufé lleno; un día bajé a las 09.30h y quedaba poco surtido de pan y pastas. Añadiría algo más de salado caliente (frankfurts, huevo revueltos...). Hay cambio de toallas diario pero no de sábanas (más ecológico, pero es interesante de saberlo)

Tiene camas súper cómodas y un hervidor de agua y detectores de humo en la habitación. Una gran selección de comida buena para desayunar.

Habitación grande y cómoda, cercana al metro y fácil acceso a cualquier lugar. Fotos en línea no representan la realidad del establecimiento. Totalmente recomendable.

La habitación era bien decorada con cosas para hacer café, camas excelentes y un sofá y tenía todo lo que queríamos. Todos sin excepción eran serviciales. La ubicación era práctica y cómoda, estaba a 15 minutos andando del Palacio de Schonbrunn.

Las habitaciones tranquilas eran muy espaciosas por dentro. Tenía una ubicación fantástica, a poca distancia andando del Museo Técnico de Viena.

Me encantó la amplitud de la habitación en la que me alojé durante mi viaje de negocios. Tenía mucho espacio para moverme y trabajar cómodamente. Además, el personal del hotel fue muy amable y atento, siempre dispuesto a ayudar en todo momento. Por otro lado, la ubicación del hotel fue muy conveniente, ya que estaba cerca de la estación de transporte público, lo que me permitió desplazarme fácilmente a diferentes partes de la ciudad.

Hubo algunos aspectos que no me gustaron. En primer lugar, eché de menos disponer de una jarra para calentar agua en la habitación, ya que me gusta tener la opción de prepararme una bebida caliente.

Buena ubicacion aunque no en el centro pero con metro en la misma calle. Diseño actual. Restaurante italiano en el propio hotel. Posibilidad de parking por 12 eur dia. Habitación cómoda y funcional con caja fuerte, secador de pelo, plancha, suelo radiante en el baño, baño y wc separados... Buena atención en recepción e información turística.

Hace muchísima calor en la habitación y eso que viajamos en mayo y esos días hacia bastante malo, no quiero pensar en verano... No tienen aire acondicionado. El desayuno estaba incluido en la estancia pero es bastante justito, mas continental que bufet pero todo bastante bueno y a nosotros nos basto. La zona del hotel para aparcar es de pago como toda Viena. Ojo a los que no hayáis ido nunca porque no encontrareis las zonas pintadas ni de verde ni de azul ni parkimetros, pero se paga en toda la ciudad. Se compran los tickets en los tabak trafik, en las estaciones de metro etc.. y cuesta 2eur por hora. Los parkings del centro cuestan unos 4eur hora. Tanto en el desayuno como en el restaurante, ponen una especie dé música after hour terrible. Sorprendente pero es así, no pega nada ni al hotel ni a las horas en que la ponen. Si contratáis parking en el hotel, te hacen firmar un papel en el que dice que en caso de perdida de la llave del parking, tienes que pagar 100 eur de compensación.

Hemos quedado satisfechos las habitaciones comodas y limpias los desayunos bastante completos

Las fotos que aparecen en internet son de la suite las habitaciones son mas sencillas

Las mejores aspectos de este hotel fueron la limpieza impecable, la amabilidad del personal y la ubicación cercana al metro. La habitación era muy cómoda y el baño estaba bien equipado y espacioso. Además, el desayuno era delicioso y ofrecía una buena variedad de opciones.